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Cojer con un discapacitado

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Respuesta: Cojer con un discapacitado

 

Atrapados en un laberinto de barreras físicas y mentales, ignorados y estigmatizados socialmente, desde una silla de ruedas, desde el silencio de la sordera o desde cualquier otra dificultad física, las personas con discapacidad hombres y mujeres luchan por derribar las numerosas barreras que se elevan a su alrededor y demostrar que no son personas disfuncionales, sino ciudadanos diferentes con las mismas necesidades e inquietudes que las personas no discapacitadas.

 

Más que rechazada, la faceta sexual de las personas con discapacidad ha sido ignorada, debido a que durante mucho tiempo se les ha considerado como seres asexuados, la aceptación y el desarrollo de la sexualidad, en especial de la homosexualidad, resulta mucho más complejo para las personas con discapacidad.

 

Muchos miembros de las comunidades gay y lesbiana se enfrentan a una discriminación por partida doble debido a que pueden ser miembros de otros grupos también discriminados.

Por ejemplo:

discapacitados, pueblos indígenas, gentes de diferentes comunidades étnicas...

En general, la mujer es objeto de discriminación, por lo tanto las mujeres lesbianas sufren una doble o triple discriminación. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, enfrentarse a problemas físicos no implica de ninguna manera una sexualidad mermada. Incluso en aquellos casos en que los órganos genitales se encuentran afectados, el sexo también se manifiesta sin perder un ápice de intensidad.

 

Las personas con discapacidad, tradicionalmente, han sido aisladas y segregadas en algunas áreas críticas como por ejemplo la educación, la formación, el empleo, la vivienda, el acceso a los establecimientos abiertos al público, la protección social, el transporte, las comunicaciones, las actividades de ocio, los servicios sanitarios, el acceso a los servicios públicos y los medios de comunicación social.

 

Entrar en un cine, en una cafetería, bares de "ambiente" o discotecas puede llegar a ser una misión imposible y es que nadie se plantea, ni remotamente, que algunas personas pueden tener problemas por ejemplo, para subir escaleras. Por eso las barreras mentales se convierten en físicas y las físicas en mentales, de manera que a las personas con discapacidad se les restringen derechos tan fundamentales como el derecho a un trabajo digno.

 

En la normalización de las personas con discapacidad, el acceso a la cultura y al ocio resultan fundamentales, el fomento de estas actividades, en una sociedad avanzada como pretende ser la nuestra, cada vez cobran más importancia y, por ello, la plena normalización pasa necesariamente por su accesibilidad para hacerlas asequibles a todos los ciudadanos.

 

La cultura, tanto desde la perspectiva de la creación artística, como desde la del disfrute de las obras realizadas por otros, debería resultar accesible a todas aquellas personas con discapacidad que pretendan desarrollar sus capacidades y sus aficiones.

El turismo, el deporte de base, el ocio en su globalidad, han de ser alternativas al alcance de las personas con discapacidad.

"La discapacidad está mal vista porque no vende. Parece

como si la persona discapacitada ni comprara ropa, ni comprara

alimentación ni bebiera..., no vende.

 

La mayoría de las discapacidades producen limitaciones o incompetencias sensoriales, pero, ¿por qué asimilamos limitaciones físicas o sensoriales con limitaciones o impedimentos de ámbito sentimental?

Muchas personas con discapacidad se sienten heridas y dolidas a causa de la forma en la que los no discapacitados hablan de ellos, tanto el posible tratamiento despectivo hacia sus discapacidades como en el exacerbado proteccionismo que se les aplica, por lo que, en el plano sexual, a veces pueden alcanzar falsas esperanzas y expectativas: ¿ Voy a gustar a los demás? ¿Soy deseable a pesar de mi discapacidad, de mi silla, de mi falta de visión, etc.? ¿Podré satisfacer al otro? ¿Estaré a la altura de lo que se espera de mí, de un hombre o de una mujer?

Pero el mero hecho de superar la fase del cuestionamiento de las situaciones y pasar a la acción provoca temores que pueden llegar a ser enfermizos : temor al rechazo, que el otro no busque como el discapacitado lo busca, que no le deseen como los demás desean; que encuentren feos sus cuerpos. Se teme por el abandono.

 

Hay temor por ilusionarse y que sólo sea un rasgo más de la mirada lastimera con la que se mira al discapacitado y, temer ilusionarse y que se les deje.

 

Una discapacidad física, puede situar al hombre ante la imposibilidad de ejercer de forma adecuada la expectativa asociada al sexo. Dado que la realidad más inmediata le impone unas limitaciones para desarrollar de forma adecuada su propia realidad de hombre. Es además ahora, en la etapa adulta, cuando más se requiere esta re creación de la figura del macho y será, por tanto, ahora cuando más se eche en falta su posibilidad.

 

La discapacidad física no invalida al hombre como hombre o como mujer: ni elimina la capacidad de desear ni de ser deseable; no anula la capacidad de conocer a alguien y de convivir y de compartir; no borra la capacidad de proporcionar y sentir placer.

 

En las entrevistas realizadas a homosexuales y lesbianas discapacitados, en su totalidad critican duramente al colectivo por la excesiva preocupación por el escaparate del cuerpo:

"La perfección corporal se convierte en un objeto de contemplación que

suscita admiración y/o deseo, al tiempo que refleja una visión de la realidad

en la que el cuerpo es algo más que un azaroso ensamblaje de formas,

para convertirlo en el símbolo de la metáfora mediante el cual

entender o expresar la propia identidad, es decir, cómo somos o cómo

queremos ser vistos". (me queda el consuelo de no ser el unico idiota que piensa así).

 

Si las personas "normales" tienen sueños, y sus metas son difíciles de conseguir por el mero hecho de competir con las demás personas, no es lícito que las metas de los gays discapacitados o discapacitados homosexuales, tengan que ser inalcanzables, imposibles, remotas o quiméricas por el hecho de ser distintos.

Está claro que, lo primero aunque a algunos se les olvide, son personas, con nuestros sentimientos, con nuestras rarezas, con nuestros cuerpos, con nuestras taras o manías, con nuestros sentimientos y fobias, con nuestras frustraciones y alegrías. Y como tal, como personas, es un error inexcusable vivir en las diferencias.

Re-inventarse La doble exclusión: vivir siendo homosexual y discapacitado.

JESÚS GONZÁLEZ.

  • 5 años más tarde...
  • 2 semanas más tarde...
Invitado danielelcaballito
Publicado

Re: Cojer con un discapacitado

 

yo sali con una chica que era hipoacusica y una paralisis, habiamos hablamos mucho por chat y se producia para mi en fotos, me calento mucho, cuando la vi, me impresiono pero le di para adelante, mucho cariño, fuimos al telo y la molestia era que cada tanto le preguntaba o estaba muy atento a lo que le pasaba a ella, inseguro pero ella me decia que todo bien, bueno tuve una relacion con gran intensidad con ella, ella no escuchaba pero yo si...la pasamos muy bien.

  • 2 meses más tarde...
  • Miembro
Publicado

Re: Cojer con un discapacitado

 

es facil, de movida gustas porque pareces un especimen fuerte, cuando develas tu "falla" pasas a ser de 2da seleccion

 

sin ofender... pero la mente humana esta programada para sobrevivir, y es en busqueda del ejemplar mas sano y fuerte que se basa la reproduccion... somos monitos aun

Guest
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