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La Historia del Prostibulo

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La Historia del Prostibulo

Tuya por Dos Ases de Bronce

Así rezaba uno de los numerosos grafitis que podían leerse a la puerta de cualquier lupanar de los muchos que proliferaron por Roma y otras ciudades. Y es que al parecer, si uno tenía una tarde libre por Roma , la mejor opción era irse a un lupanar, es decir, irse de putas.

 

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Inscripción en un lupanar de Pompeya.

 

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Edificio de un lupanar en Pompeya

 

Los lupanares o prostíbluos eran casi todos bastantes parecidos, al menos los dos que se encuentran en Pompeya. Constaban de un recibidor donde se abrían pequeñas habitaciones a un lado y a otro.

 

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Interior de un lumpanar en Pompeya. Recibidor y celdas

 

Estas habitaciones o celdas, eran apenas de dos metros cuadrados y tenían un apoyo de obra donde se colocaría paja o algún tipo de lecho o jergón.

 

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Interior de una celda.

 

La luz de la calle entraba por una pequeña claraboya sita en el recibidor y todo lo demás debía estar bastante oscuro, aunque no falataba la letrina. (foto inferior)

 

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En el recibidor se encontraba la lena o el leno que era la persona que se encargaba de la cobranza. En la puerta de cada celda se colocaba un cartel donde podía leerse el nombre de la inquilina y si en ese momento estaba trabajando, colgaba una tablilla que ponía occupata.

 

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Esta señal indica el camino al lupanar.

 

La inquilina podía ser una esclava, por lo que el dinero de su trabajo lo recibía el leno/a, o chicas libres que alquilaban las habitaciones al leno/a y se quedaban ellas con el dinero del cliente. La famosa emperatriz Mesalina[+info], mujer del emperador Claudio, tenía alquilada una habitación en unos de estos lupanares y en la puerta de su celda se leía el nombre de Lycisca, que era su nombre de guerra.

 

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El interior estaba decorado con frescos eróticos.

 

Las chicas recibían el nombre de prostibula ya que para atraer a los clientes, se ponían delante de las stabulas (casas). Es fácil imaginar la procedencia de la palabra prostituta

 

Los precios variaban bastante y según se recoge en tablillas de Pompeya podían ir desde un as hasta un denario. (Es difícil dar una equivalencia, pero para hacerse una ídea, sería un rango de 1 a 100 Euros). Abrían a partir de la hora nona, es decir por la tarde, ya que no les estaba permitido abrir por las mañanas...

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