Pilar de Recomendadas / Amaral de Doncellas Vip Microcentro

Explorador · 5 de Junio del 2012

A regañadientes y en contra de lo que he planificado he tenido que postergar un día mi viaje a la ciudad de Mar del Plata, el cual realizaré por cuestiones laborales. Una estupidez de carácter burocrático me obligó a posponer el viaje, por lo que decidí tomarme una revancha antes de volver a mi casa y pasar con alguna de las señoritas que tenía agendada.

¡Cuántas ideas me daban vuelta en la cabeza! Por un lado deseaba irme lejos, renunciando a todo, por el otro correr hasta mi casa y encontrar esos preciosos papeles que debo entregar mañana. Pensé por un momento en “estirar” la fecha, pero si algo aprendí en mi trabajo es que las oportunidades y los indultos no llegan dos veces. ¿Qué hacer entonces a las 18:00 en Capital? Lo primero que hice fue comprar un pasaje para mañana a las 12:00. Pensé en tomar un micro a las 10 de la mañana, mas de ninguna manera los perros de la burocracia, inútil y arcaica estarían a horario en sus oficinas… tendré que esperar. Luego de resolver la cuestión del viaje llamé a un hotel 2 estrellas donde me suelo quedar cuando tengo alguna conferencia o congreso muy temprano en Buenos Aires, hice una reserva y me tomé un taxi. Naturalmente que no desde la terminal de Retiro, sino que salí, hice unos metros y me ahorre bastantes pesos. Luego de registrarme en el hotel y dejar en mi habitación mi equipaje, una ducha y unos minutos de relajación, abrí la computadora, me conecté a Internet y traté de ver que chicas tengo pendientes. ¡Y vamos que hoy estuve marcando! Pero… ya se sabe como es la cosa, cuando uno las necesita nunca pueden. Pasaban los minutos y sentí que la ira me consumía. Sin mediarlo más entré en Doncellas Vip, donde he tenido dos buenas experiencias y me puse a ver si podía reincidir. Pues las dos mujeres con las que yo he pasado ya no publican allí y la administradora me tiró algunos nombres. Entonces reparé en Amaral (http://www.doncellasvip.com/directorio/detalle.php?id=1080), que también publica en Recomendadas bajo el nombre de Pilar (http://recomendadas.com.ar/Pilar/) y cuyas fotos adjunto infra.

Huelga decir que por la hora un taxi era una locura, así que tomé el subte y caminé por Esmeralda hasta Córdoba. Toqué timbre, me abrieron gentilmente y allí me recibió la encargada. Huelga decir que no he podido volver a saber nada de la que vi la primera vez, cuando pasé con aquella walkiria de nombre Delicia (http://www.foro-escorts.com.ar/foros/f12/xp-delicia-de-doncellas-206159/). Me hicieron pasar a una habitación en el primer piso y al ratito, ni bien me senté en la cama hizo su aparición la “doncella”.

Vayamos a lo físico primero. Se trata de una chica de estatura media, con grandes pechos (bien grandes) y rellenita. No es tan estilizada como en las fotografías que publica Recomendadas (sitio donde pagan un muy buen servicio de photoshop) sino que se parece un poco más al de la página web oficial DoncellasVip. La nariz presenta cierta deformación (normal, apenas perceptible), intuyo alguna quebradura de más joven. Aparenta unos 25 años o tal vez un poco menos. El cabello está teñido de azabache para que brille un poco pero está un tanto descuidado. Apareció con una linda sonrisa y tiene los dientes en buenas condiciones (estaba con tanta bronca que cuando me dio un beso le sostuve luego la cara y le di una rápida mirada, cual si fuese una yegua que estoy por adquirir). Es blanca, aunque del tipo que mi madre llama “blanco sucio”, es decir esa piel entre blanca y morena, apenas morena y claramente descuidada. Una lástima porque no se trata de una chica fea. Al igual que Oriana es una de esas minas que uno puede mantener una relación, empero no es tan fina como su ex compañera (http://www.foro-escorts.com.ar/foros/f12/xp-oriana-de-doncellas-209021/). A Oriana yo podría presentársela a mis padres, a esta si lo hago, el jefe de la familia le mirará el escote con apenas disimulo.

Le aboné el gift de $300 y le dije “el extra te lo pienso dar a vos”. Ahí nomás se puso melosa y me dijo con un tono de nena malévola que podía pasar al baño y ella me acompañaba. Bajamos juntos las escaleras y me interné en el baño, que ya he descripto en relatos anteriores.

Vayamos ya a la acción. Una vez dentro de la habitación empezó con caricias, unos tímidos picos pero nada más, me refregó sus pechos y me mordió la oreja, bajó a mi cuello, pero me esquivó la boca. Comencé a tocarla, liberé sus pechos del corpiño y entonces largó la primera “¡Ay! Cuidado, no seas bruto”. Si algo me molesta, y lo sabe el Cielo, es que me traten de salvaje o ignorante. Comenzó me senté en la cama y ella me desabrochó la camisa mientras me besaba el pecho, bajó y en unos precisos movimientos dejó mi miembro al aire libre. Allí comenzó una tímida felación, no muy profunda como a mi me gusta y con un movimiento muy mecánico. Mi intención fue ayudarla, pero me quitó la mano de su nuca y me espetó un “no me empujes”. Ya iban dos “no” sin contar lo huraña que era con su boca. Fue allí cuando me di cuenta que por más ganas que le pusiera, por más que intentara ser dulce o agradable la cosa no se iba a levantar. La mina no tenía mucha onda, no iba a ser como Oriana, como Analía, como Fanny, como Nicole… pero tampoco quería sentime que estaba desperdiciando mi dinero. La tomé del mentón y la hice poner de pié, me desvestí en un santiamén y ahí me le prendí y bajé a sus enormes pechos mientras ella contianuaba con ese “cuidado” que ya se había convertido en un ruido de fondo.

La empujé hacia la cama y mientras devoraba esos pechos ella se dejaba hacer, bajé hasta su sexo y ahí, corriéndole las bragas comencé a humedecerla. Difícil que no lo sintiera, se iba mojando de a poco y dejaba escapar algún gemido mientras la respiración cobraba un nuevo ritmo. Me agarró la cabeza y me separó de ella, tomó un profiláctico y me dijo “¡Ponételo!”. Me gustó el tono imperativo esta vez y cuando quise acordarme estaba de espaldas a mi pidiéndome que le diera por atrás. La abracé y mis manos se apoderaron de sus pechos y comencé a entrar y salir de su cuerpo. Estaba húmeda y algo le gustaba. Algunas guarradas salieron de su boca y le di algunos besos en el cuello. Luego de un rato hizo un movimiento y me encajó un talozazo en una pierna. Mañana tendré un moretón y estaré rengueando en Mar del Plata, pero así es la vida…

Cambio de posiciones, en cuatro, luego misionero… en esa postura ella movía sus pechos, los juntaba y me pedía que me corriera en esos pechos. Pero la verdad que no pude, entre la visión, la bronca contra la burocracia, la pérdida del dinero de mi pasaje y esa yegua que se me había hecho la histérica me vine dentro de ella pegando un grito. Pegué dos embestidas como si no tuviera profiláctico, como quien intenta que le quede todo dentro… empapado en sudor, con mis 65 kg temblando me fui poco a poco recostando sobre ella y la besé. Fue como un segundo triunfo.

Nos separamos un instante para que pueda sacar el profiláctico, otro beso tímido y corto y luego alguna charla trivial. Mencioné a Oriana y me dijo que ahora era masajista sensual, que ya no publica y que está en un spa y cosas así, pero nada preciso. Me preguntó sobre mí, le conté a que me dedico y luego de eso volvió con un beso mientras con su mano izquierda me acariciaba, otra vez a sus pechos, risas… duro como al principio me hizo una mejor felación que la primera, aunque no por ello aumentó su calificación. Se ve que no es lo de ella.

Me preguntó de qué tenía ganas y le espeté “dame la cola”. Me miró como asombrada, dudó un instante y le agregué “soy un cliente generoso”… se puso de costado, abrió un cajón de una mesa de luz hubicada a la derecha (los muebles no combinan mucho en ese lugar a decir verdad) y se puso un poco de lubricante en la entrada del ano y otro poco en mi miembro, protegido, naturalmente por el profiláctico. Y ahí empezamos, de a poco, con algo de resistencia… empujando, metiendo y sacando de a poco para que se dilatara…

Y suena la alarma.

“¡Pardiéz!” grité y ella me miró sin entenderme. Me puse de pié como un poseso, busqué la billetera y le indiqué que quería estar una hora más. La piba bajó consternada y yo me quedé caminando de una punta a la otra de la habitación, sintiendo el golpe en la pierna, como un loco. ¡Quería sexo anal y lo quería en ese momento!. Volvió a los cinco minutos, con una sonrisa, dos profilácticos más y la frasecita “¿En donde nos quedamos?”. Me abalancé sin importarme sus “cuidado”, “despacito mi amor”… le comí los pechos, la tiré en la cama y volví a penetrarla mientras me hacía de la idea que en unos pocos minutos más estaría gozando de esa cola, le gustase o no a la susodicha. Y así fue: de costado y armándome de una paciencia que no tengo la sodomicé. Apretó mi miembro, aflojó, sentí como se acomodaba y empezamos a movernos… ella continuaba con un “cuidado” que por más infantil que quisiera hacerlo sonar era montaraz. Paulatinamente aumenté la velocidad, acaricié su espalda, me moví más rápido y luego la fui tumbando en la cama hasta dejarla boca a bajo y yo entrando y saliendo como un desaforado. Ya estaba. Me estaba cobrando todo lo de este jodido día.

Al cabo de varios minutos me corrí por segunda vez y me quede acostado, cuan largo soy sobre ella hasta que la última gota de semen descansó en el tulipán. Me caí a un lado de la cama y la ví. Ambos estábamos muy transpirados y cansados. Le acaricié la mejilla, sonreí… por más hosca que me hubiera sido la había sodomizado y ella no dejaba de ser, mientras durara la hora mi empleada. Hablamos un poco, de que hace tiempo que estoy soltero, que fracasó mi última relación. Cosas así. Para enmendar un poco le pedí que me dejara besarla, eso causó algo de ternura y aflojó la boca y hubo un juego de lenguas. La abracé y mientras besaba sus pechos y acariciaba su cuerpo dejé que pasara el resto de la hora y ella sabiendo que mi cabeza era un caos, como mi alma me consoló.

Me retiré luego de un servicio que empezó medio mal, pero que repuntó a lo largo de dos horas. En un par de horas tendré que estar lidiando con chupatintas inútiles, luego, viajaré a Mar del Plata, en el camino revisaré este paper y el power point que siempre llevo impreso para no perderme… Ahora estoy aquí, en Once, en este hotel donde ya me conocen y soy un señor respetable, miro por la ventana. La ciudad de Buenos Aires es gris de noche, mucho más en esta época. Hay cosas que una Escorts no puede hacer. Vuelvo a murmurar un nombre, pienso que la extraño, se que la extraño y que nunca más podré volver a sentir lo mismo con ninguna otra mujer.

Tablita:

Links: Amaral (Doncellas Vip) http://www.doncellasvip.com/directorio/detalle.php?id=1080

Pilar (Recomendadas) http://recomendadas.com.ar/Pilar/

Servicio: 8
Depto: 9
Edad aparente: 25
Cara: 8 linda
Tetas: 9
Colita: 8
Cuerpo en general: 8,33
Relación con las fotos: 89%
PT: 8 no es su fuerte, mejoró la segunda vez.
Besos: picos o superficiales.
Garching: 8 podría ser mejor.
Relojea?: No, es un PV, pero me respetaron el horario.
Onda: 8 mejoró a medida que pasó el tiempo.
Reincidencia?: Tal vez.
Cobra por adelantado: Si.
Gift: $300 la hora. Yo pasé dos horas y le dejé $60 de propina.

5 de Junio del 2012