Lo pongo como experiencia bizarra. La señora promociona un sexshop del microcentro. Tiene entre 55 y 60 años. Muy fea, me había acercado para preguntar una dirección. Una vez que empezó a hablar no paró más. Se quejaba constantemente del trabajo. Que hacía unos extras con algunos trabajitos me dio a entender. Directamente le pregunté cuánto cobraba por los extras. Por una chupada $200 me respondió. Arreglé para la hora que terminaba. Fuimos a un telo de Montserrat. Me desvestí y empezó su trabajo. Se ve que inexperta. No fue la mejor chupada. Acabé en su boca y después escupió. Salí de ahí preguntándome qué estaba haciendo. Pero al menos la ayudé para hacerse unos mangos...