Hola gente,
Antes que nada agradezco al foro y los colegas el tiempo que dedican a compartir sus experiencias.
En mi caso conozco a Patricia desde el año pasado luego de leer muy buenas xps.
La diosa de Venezuela es de lo mejor.
El ambiente con todas las comodidades. Impecable por la zona de recoleta. Hay guardia pero se pasa con solo mencionar piso y departamento.
Una vez en sus brazos, pico de por medio, ofrece una ducha previa para pasar luego a la camilla donde realiza los masajes.
Ya acostado boca abajo, con la toalla como toda prenda, ella comienza sus masajes colocando piedras en la espalda, se bajan las luces y la música invita a relajarse.
Los masajes son muy buenos. Sabe hacer masajes. Es realmente muy bueno y le pone toda la garra.
Luego se acerca y comienza a trepar sobre mi cuerpo. Es muy atlética. Entrena mucho. Y me masajea con las piernas por la espalda, verlo por el espejo ya resulta sexy.
Se agrega algún producto para deslizarse mejor entre los pechos y vuelve a contorsionarse por sobre mi espalda. Ya,la temperatura està muy arriba.
Un beso, ya mas profundo. Con esa trompa tan deliciosa. Y otro y hasta que las manos van, vienen, se aferran a todo, a toda ella. Entran, salen las caricias, en ese momento, es una geisha, es una geisha mi amor.
Y sigue, y nos vamos a la cama.
Y ahì nada cambia, todo se intensifica. Mas miradas, mas caricias, y comienza angelicalmente a degustarme con su lengua. Pícara, sonríe.
Sabe ponerte de la nuca, sigue, juega, y en un momento se devora mi miembro que estaba altamente comprometido con la situación.
Cinco minutos, que se yo, tal vez mas, tal vez menos, pero ese jugueteo es tremendo y hay que cambiar de pose, hay que seguir.
Ahora la devolución, y se deja, se ofrece, se retuerce. Su angelical y depilada entrepierna hace un movimiento hacia arriba y hacia abajo que denota que hasta pudiera estar sintiendo placer. No importa, es un flash y se sigue intensificando.
Y al final, subiendo a darle besos y abrazos y besos a esos pezones que reaccionaron a las caricias.
Mas besos, el forro para cuidarnos y el ida y vuelta en todas las posiciones posibles. Se acomoda adelanta, cabalgata, perrito y siempre buscando el beso hasta acabar.
Fue el éxtasis.
Reincidí, Fueron 2 veces y hubo una tercera en el medio donde primero tuvimos sexo y luego de tan intenso fuego me pidió por favor hacerme masajes. Si bien no es su rutina, esa vez, debo confesar que luego de un sexo oral tremendo, yo parado y ella arrodillada, pasamos a la cama y la acción fue sublime. Y acaba y que luego te hagan esos masajes me dejo una sensación de placer increíble. Pero bueno, ella primero hace masajes. Y sabrá por qué.
Luego alguna gaseosa, charla, no se mira el reloj. Otra ducha, un trato amable, picos, caricias y a volver a la realidad.
La tabla la acaban de leer. 10 en todo. Regalo 1700.
Saludos a todos.