Pasado el mediodía el ombligo de la ciudad era un hormiguero. Corrientes 9XX, 5º Piso, la claridad invade e inunda todos los espacios, dos patrulleros estacionados me hacen dudar, pero lo más probable es que estén a la espera de unas pizzas. Timbre, puerta pesada, sin portero, alguien pregunta, abre y ya adentro, la escalera de mármol impecable me lleva hasta el ascensor. Su departamento se ubica en un hall muy luminoso, a la izquierda bajando y casi pegado al ascensor.
Un papelito sobre la puerta vaya a uno a saber qué vago significado posee. Timbre, abren, el panorama muta de la claridad a penumbras teñidas de colores que fusiona el ventanal antiguo lateral y una separación improvisada que hace las veces de recepción. La recepcionista bien podría ser el clon de Beth Ditto. Enfundada en calzas de color furioso, que imagino, estallarán en breve en cada una de sus piernas. Sólo detalles estéticos pues atiende con esmerada cortesía y sonriente, camino unos pasos con ella guiandome hasta la puerta de la habitación del deseo, en tanto susurra: “Ella ya viene” y me quedo pensando si Ella será Ella o si Ella será cualquiera menos Ella.
Habitación elemental y despojada, penumbras, música house, beats repetitivos y monocordes, lámpara de pie, tonos ocres, mucho (demasiado) incienso, perchero, foto de Marilyn Monroe a la izquierda de la cama, colgada con desdén. Marilyn no merece ese trato. Joder. Camilla a derecha, aire condicionado. Sobre la camilla hay caramelos, preservativos de dudosa procedencia, aceites, toallitas de papel.
Entra Ella y es, efectivamente, Camila. Nada que reprochar. Morochaza. Ojazos. Bellísima sonrisa. Look mínimo y sexy, mini torerita de tul. Palabras de ocasión, lo normal: "Pasas al baño?" "Ponete cómodo" "Cuánto te quedas?" "Ya vuelvo" Cuando vuelve yo seguía apoyado sobre la camilla, para descifrar qué onda. No esperen un torbellino, desenfreno, lujuria, ni sexo duro. Muy novia, muy de dejarse llevar, acepta gustosa y placentera la propuesta mimos, besos, caricias y exploraciones suaves, cálidas.
Sexo oral en dúo, higiene de quirófano, sin pilosidades, aritos en ombligo y lengua. Tatuajes de no muy buen diseño por zonas erróneas, nada que moleste. Senos impecables labrados por sabio bisturí, excelente balanceo, caída muy natural, proporcionados y tersos, suaves. Sexo tranquilo, de novia tranquila, posiciones tradicionales (soy muy ortodoxo) muy buena predisposición. Cuerpo de piba que anda por los 25 o más, sin gimnasio, pero muy bien tonificado, torneado.
No apto para quien busca emociones fuertes, disfrutable para aquellos que disfruten del sexo estándar, pero sin histerias.
Escala 0 a 10
Depto.: 5/6
Ella: 8
Edad: 25 a la sombra
Versus foto: 9
Fellatio: 6 (juega mucho con su pelo negro, tupido, muy cuidado que cae sobre su cara de manera constante)
Acción: 7/8
Pide la hora: No
Onda: 10 (Posee léxico y pensamiento propio y elaborado, excede largamente la media)
Reincidencia: Si
Factura: $ 500.- a ella, Beth no participa de la historia