Respuesta: XP: Fui por algo bizarro y lo encontre.
Estimado colega (profesión y aventuras):
No va a encontrar muchos datos míos, apenas cinco mensajes desde el 2005, mas su mensaje hace que me identifique con Ud. y le comente mi incursión masajeril / enfermeril.
Fui a ver a Karen con los hurones comiéndome el cerebro, esas tetas y los anteojos me enloquecieron.
Todo resulto casi una copia de su (des) aventura; pero con ciertos aditamentos. Me dice que se estaba por cambiar, que compartía el departamento con una amiga (sospeche haberla visto fugazmente sentada en la escalera cuando salí del ascensor). Pido pasar al baño y aparece el perro, cuando salgo, !Titanes en el Ring!, pelea cuerpo a cuerpo entre la masajista y el perro, el perro perdió por puesta de espalda y fue nuevamente a la sórdida gayola.
Masajes muy particulares, con los nudillos de las manos. Me invita a pasar a la cama, y justo con el pete sin y el amigo a punto, justo en ese momento, se desata el infierno telefónico.
Yo acostado, ella arrodillada a mi lado, celular en mano derecha discutiendo con quien debía mandarle un mueble a su nueva dirección, poronga en mano izquierda, dándole para que no se baje (misión casi imposible) se excita (de bronca, no de calentura) y casi me la arranca.
Pidió todo tipo de disculpas y prometió no atender mas el teléfono. Ring tone diferente y me dice: disculpame debo atender porque es mi hijo, y uno es humano y una madre es una madre, y sí, dale atendé.
Tres veces llamó el nene, luego de la tercera dijo: no lo atiendo mas.
Logro recomponer al amigo y enfundó, se esmeró en el cuerpo a cuerpo (se quedó con los anteojos) y a diferencia del perro, logré ponerla de espalda.
Muy cansado, quedo en descanso mientras ella habla con su co-inquilina y le dice que ya desocupaba el depto.
Ahí ocurrió el desastre; soy veterano (guerra de Corea) e hipertenso. Me pongo de pie y la presión se dispara, no para arriba sino para abajo.
No llegué a desmayarme, pero casi. entonces me atiende profesionalmente, me acuesta, almohadas debajo de los pies, presurómetro en mano confirma la baja de presión, gotas de no se que debajo de la lengua y mientras me trata como enfermera, acomoda el depto.
Su amiga llama (calculo que a las puteadas) y ella le dice en susurros "casi se me desmaya, aguantá un poco".
Cuando me da el alta, paso al baño y se escapa el perro, le pido que lo deje porque tenía miedo de verme involucrado en una pelea que no era mía. Me ayuda a vestirme, le pago y le prometo verla en su nuevo depto.
Cuando salgo me cruzo con una mujer que me mira con odio, creo que era la amiga.
Estimado Ing. Gimenez esta ha sido mi historia.
Saludos cordiales
Cacho_la_Curda
Post data: pido disculpas por no ser un forista que acostumbre a compartir sus experiencias. La presente ha sido un mensaje personal al Ing. Gimenez quien gentilmente me recomendó publicarla.
Algo más: !Volveré! dijo Mac Arthur, porque es gauchita y porque la atención médica está incluida en el servicio.