Justo antes de la pandemia conocí a una escort que nos volamos la cabeza, terminé pasando la mejor pandemia de mi vida (ja, cuantas había vivido, ¿no?), me echaron de mi casa (estaba en pareja conviviendo pero muy mal), terminé viviendo con ella dos meses, después volví a mi casa (increiblemente), perdí el contacto con ella, pasaron 3-4 años y volvimos a encontrarnos, ella me contactó, tuvo una hija en el medio, hoy estamos medio noviando, pero es una situación extremadamente bizarra digna de película.
A lo que voy con todo esto, uno se puede enganchar y pegar onda en cualquier lugar, ámbito, situación de la vida, en el trabajo, en la calle, en un subte, en la fila de un Starbucks, o puteando. Yo sé que así como apareció en mi vida, un día puede volver a desaparecer, eso no quita que sienta cosas por ella y ella por mí, porque más allá de lo extraño que pueda ser un vinculo nacido así, uno se lleva experiencias de esta existencia, y todo, inclusive el amor y la pasión, son efímeros, lo único eterno son los momentos y emociones que nos provocan.
No hay que pensar las cosas tanto, salvo como dicen otros, que estés casado o en una situación que implique la vida de terceros en el medio, que fluya, sí no te gusta como se dan las cosas, te tomás el palo y fin, lo mismo que harías en cualquier tipo de relación "normal".