Es en la calle Paraguay al 1400. Lugar feo, oscuro, no se ve nada, gabinete chico sin ventilación. Baño chico, limpieza dudosa. Me atendió Camila. Muy buena onda. No es gran masajista pero le pone voluntad. Muy buen relax manual, se desnuda fácil, buen cuerpo y predisposición. No pedí nada mas porque lo que quería era terminar e irme. Reincidiría con Camila aunque no con el lugar. Saludos